¡No permitas que nadie interrumpa tu vuelo, elévate!

Tu vuelo solo te corresponde a ti emprenderlo. Volar, no es una habilidad que marca la diferencia entre las aves y los seres humanos; es sentirse libre y vivir a plenitud. Cuando aprendemos y entendemos el verdadero significado de la vida, nuestra existencia “cobra” sentido. La vida es el regalo más apreciado que podemos tener; vivirla a plenitud es el respeto a ese obsequio creado por Dios. Hoy, te invito a sumergirte en un mar de emociones positivas, en un proceso de madurez y aceptación; a vivir intensamente, como si todo estuviese listo para marcharte de este mundo. Hoy, te invito a crear conciencia de tu pasado, sobre todo a amarlo, a vivir el presente con gratitud y a esperar el futuro en calma y sabiduría. 

¡No permitas que nadie interrumpa tu vuelo, elévate! Mientras más alto, más se disfrute la travesía. En el recorrido por la vida, debemos pensar en nuestra preparación; crecimiento personal y profesional. Ambos son necesarios; sin embargo, el desarrollo del ser es imprescindible para caminar con firmeza en medio de lo dulce y lo amargo.

La valoración humana, el agrado y la aceptación son tres pilares que definen tu interior; dejando atrás la entrada de personas a tu vida que no suman y que solo llegan para obstruir tu diseño, esto…si tú lo permites. Nuestra fuerza por mantenernos firmes y con determinación, no puede ser negociable; es un ideal que debemos fortalecer día tras día, para enfrentar las adversidades con gallardía y coraje.    

Muchas personas llegan a nuestra existencia con el fin de establecer un vínculo amistoso; otras, con el propósito de impedir que nuestro vuelo sea exitoso. A veces, entendemos el mensaje de una vez; en ocasiones, tardamos en digerir el accionar y cuando despertamos nos encontramos en otra estación, la cual no era parte del carril, según nuestro plano. Importante, saber que el sendero por transitar estará repleto, entre lo dulce y lo amargo, y que somos nosotros los responsables de determinar la dirección de nuestro vuelo; dejar que otros vuelen por nosotros o que volemos hacia donde ellos nos dirijan. Un feliz viaje…y si caes, ¡vuelve y vuela!  


Oscar Fhernando 

Comunicador social

Santiago, República Dominicana  

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